Reflexiones de una inmigrante, luego de las Jornadas de Intégrate – Marzo 2015

Luego del fin de semana, donde tuve la gratificante oportunidad de participar como formadora en las «Jornadas de Intégrate: Adáptate, reinvéntate y establécete en España”, surgieron en mí varias reflexiones, removidas y suscitadas al escuchar a mis paisanos que, al igual que yo, decidieron venir a un país nuevo, dejando atrás tanta experiencia, gente querida, tanta vida.

Quería compartir hoy algunos de los pensamientos que surgieron y que yo también los he experimentado, directamente asociados al hecho de emigrar. Los divido en tres grupos: lo que me motivó a dejar mi país, lo que más me ha costado superar, lo que sueño para mi futuro.

Lo que me motivó a dejar mi país:

• Sentía que mi forma de actuar y de ver la vida, donde por supuesto entran mis valores, principios y creencias, ya no encajaban con mi entorno.
• Experimentaba constantemente una sensación de estar presa y a merced de los dueños de la calle en Venezuela, el hampa.
• Tenía una casi plena certeza que si me pasaba algo, me dañaban, robaban, estafaban, quedaría impune por la falta de seguridad jurídica.
• Mis proyectos y aspiraciones nadaban en un mar de incertidumbre, atado a una realidad política, económica y social que para mí no iba para ningún puerto feliz.
• Sabía que en otro país, en España específicamente por ser el país de mi familia paterna, encontraría un lugar para mí y para la familia que quería formar, donde se me respetara más, se me valorara más, se me aceptara más y con muchas más posibilidades de realizar mi proyecto de vida.

Lo que más me ha costado superar:

• Miedos, muchos miedos… a no ser aceptada, a no entender lo que me dicen, a que no me entiendan cuando hablo, a no saber qué me espera, a no poder cubrir expectativas, a no sentirme realizada, a no conseguir nuevos amigos, a que mi familia se olvide de mí, entre muchos otros.
• La creencia de que por ser de otro país no me van a considerar tanto como a los nativos.
• La incertidumbre como dueña y señora de la vida misma.

Lo que sueño para mi futuro:

• Vivir en la certeza de que soy una persona inmensamente valiosa, esté dónde esté, haga lo que haga.
• Sentirme orgullosa de mis decisiones, porque han sido tomadas desde el corazón directamente en conexión con mi cabeza realista y analítica, además de ser capaz de responsabilizarme de las consecuencias.
• Agradecer cualquier cosa que me toque experimentar y aceptar que no todo puede ser bonito, ideal o perfecto, llegando a la conclusión que en las crisis, en la adversidad, en los momentos más críticos de nuestra vida, el aprendizaje y la evolución de la persona están asegurados.

Hay formaciones que te marcan la vida y esta definitivamente ha sido una de ellas porque he reconectado con mi esencia, con mi gente venezolana que quiero y admiro profundamente, porque sé que el venezolano, en su gran mayoría, vaya donde vaya deja recuerdos y huellas bonitas. Yo, como formadora, me reafirmo en lo que soy porque en gran parte de mi trabajo es más lo que me llevo de mis participantes que lo que entrego y esta no ha sido la excepción.

Empieza un proyecto en el que creo y sé que dará muchos frutos. Gracias a mis compañeras de camino de Documentos El Criollito, Isacura & Asociados y Aprehendiendo, porque cada una complementa a las demás.

Gracias a los asistentes por su participación, por su genuinidad y compromiso con su futuro, y decirles que nos seguiremos viendo. Aquí algunas fotos de recuerdo: Jornadas Intégrate – Marzo 2015