Estoy en una época de mi vida donde me cuesta sentirme a gusto con el profesional que soy porque no logro lo que me propongo ni me siento productivo. ¿Qué puedo hacer?
Hay momentos de nuestra vida donde nos cuesta reconocernos y vernos a nosotros mismos de una manera potenciadora. Estas épocas se suelen caracterizar porque asumimos actitudes de autorecriminación y de demanda constante hacia nosotros de querer dar-hacer-ser más, más y más, porque creemos que siendo autoexigentes es como lograremos lo que ansiamos, lo que necesitamos para lograr un estado más placentero. La autoexigencia será positiva en tanto yo sea capaz de equilibrar mis capacidades (habilidades, talentos), mis aspiraciones y mis valores (aquí incluyo todo lo que sea importante para alguien: familia, amigos, pareja, libertad, seguridad, amor, dinero, etc.) y mi forma de tratarme; en esto último me refiero a si soy capaz de comprenderme, de saberme imperfecto, de comprometerme conmigo a asumir nuevas formas, nuevas acciones que me lleven a una situación más ideal para mí, de reconocer mis logros, de reconocer mis fallos y aprender de ellos. Estos momentos que podemos llamarlos de «bajón», son increíblemente aleccionadores e incluso necesarios para darnos cuenta de cosas que muy probablemente estando de «subidón» no veríamos. Las personas, organizaciones y sociedades, se fortalecen y evolucionan luego de vivir momentos críticos; procura tener una perspectiva positivista y esperanzadora, pues luego de la tormenta sale el arco iris. Entonces, consejos en resumen: evita recriminarte y procura comprenderte; evita autoexigirte en demasía y busca comprometerte contigo y tus necesidades; evita creerte perfecto y aprende de los fallos; evita las expectativas extra humanas y empieza a reconocerte los logros reales, pequeños, medianos y grandes.