Mi proceso de autoconocimiento

Mi proceso de autoconocimiento más profundo empieza en mi adolescencia y no ha parado desde entonces. Creo que por mi formación y la forma en que vivía mi espiritualidad, confundía la humildad con la falta de objetividad en mis procesos de auto observación y no me permitía hacer un análisis real de lo que percibía que era y de la información que encontraba de mí; y esto quizá ocasionaba que el foco se ubicara en su mayoría en los aspectos «menos luminosos» de mi persona, o mejor dicho, mis áreas de mejora. Han ido sucediendo cosas que me han hecho recolocar la humildad y la objetividad y sin ánimos de sonar poco modesta, hoy creo que me he permitido mirarme de forma más equilibrada, más amorosa y con un foco con más propención a ver mis áreas «más luminosas», a sentir que he sido bendecida por Dios y que me puedo permitir reconocerme una persona capaz, habilidosa, con talentos, también con grandes brechas de aspectos que mejorar, con muchas ganas de hacer lo mejor en cada momento y sobretodo, con mucho amor para dar, y con el corazón abierto para recibirlo también.