Se tiene una percepción un tanto errónea de lo que un talento representa para una persona; pareciera como que tener un talento implica que ya no te tienes que dedicar mucho a éste porque como ya lo tienes, pues no hay que currárselo mucho y aquí la invitación es a pensar en todos esos deportistas que acabamos de ver en las olimpíadas de Río, si les preguntamos cuánto han trabajado, cuánto tiempo han dedicado a lograr sus marcas personales, sus respuestas probablemente nos dejarían con la boca abierta. Los estudiosos de estos temas afirman que un talento si no se cultiva, si no se le dedica tiempo, si no nos comprometemos realmente con su desarrollo es como si no lo tuviéramos. Si descubrimos que tenemos un talento y creemos que su desarrollo nos satisface, nos permite encaminarnos hacia la plenitud personal o profesional, sostengamos la posibilidad y el compromiso de desarrollarlo en estos cuatro pilares que este mes compartimos en nuestra infografía.
